PRENSA

China 2018 

Reconocido pintor uruguayo Bruno Sfeir expone en Beijing 

Por ABEL ROSALES GINARTE

“Para mí fue una sorpresa y una alegría que me invitaran a China”, dijo Bruno Sfeir a China Hoy. Luego de inaugurar la exposición “Dinámica intuitiva” el pasado 28 de mayo como parte de las actividades por el 30.° aniversario de los vínculos diplomáticos entre China y Uruguay en el Recinto Residencial Diplomático de Liangmaqiao, habló de sus expectativas y de los gratos momentos que vivió en la capital china.

“Antes había estado en el país pero en Beijing es la primera vez”. Recordó que hace un tiempo mientras trabajaba en una galería de arte en Florencia, Italia, conoció a una chica china que le dijo: “Tendrías que ir a China con tus obras”. Finalmente la Embajada de Uruguay en China y el Centro de Diplomacia Pública le abrieron las puertas del dragón asiático. Bruno, nació en la ciudad de San José de Mayo en 1970 y estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Montevideo. Luego de asistir a talleres de varios maestros, en el año 2007 continuó estudiando en el Instituto Superior de Pintura Van Der Kelen en Bruselas, Bélgica.

Nuevas expectativas

“Tengo la esperanza de que esta exposición que hemos hecho en Beijing sea el inicio de una relación más profunda con este gran país”, destacó Sfeir. Se siente agradecido de que la inauguración de su muestra haya coincidido con la conferencia del ex canciller Enrique Iglesias. “No puedo imaginar mejores circunstancias y mejor carta de presentación considerando lo que el ex canciller Iglesias representa para nuestro país y el mundo”. Agradeció especialmente a las autoridades de Uruguay en China como el embajador Fernando Lugris y a la encargada de asuntos culturales Agustina Casavalle.

“Me llama mucha atención Beijing porque es una ciudad muy vibrante, muy dinámica y moderna. Este país integra conceptos que aparentemente pueden parecer contradictorios pero ellos los integran perfectamente. Entonces uno se encuentra aquí con la tradición y la modernidad conviviendo”. A pesar de su corta estancia la capital de China lo ha conquistado. “Me ha encantado la ciudad. Mi expectativa es que haya interés en mi trabajo y pueda volver para empezar un intercambio más profundo”. Las expectativas crecen porque estamos hablando de un mercado inmenso. “Tendremos que descubrir dónde pueden encajar mis obras pictóricas.

Sus obras de naturaleza introspectiva han conectado con el público chino. “Existen elementos dentro de mis pinturas que también están presentes en la manera de ser de China, en conceptos como la armonía”. Lleva 20 años viviendo fuera de su país en Oriente Medio, Brasil, México, Estados Unidos y actualmente en España. “Mi trabajo de alguna manera se trata del itinerario de un hombre que está en busca de su ser interno y dentro de eso se establece una necesidad de orden, de equilibrio, de armonía y todos esos elementos tienen que ver con China”.

En un ambiente íntimo el público chino disfruta de las obras del artista uruguayo Bruno Sfeir.

Vínculos culturales entre China y Uruguay

Bruno llegó a China tras haber recibido importantes premios en su país como el del Banco de la República Oriental del Uruguay y el del Ministerio de Turismo del Uruguay. Sus obras han recorrido el mundo con exposiciones en diversas naciones del planeta y se encuentran en colecciones públicas y privadas en Uruguay, Argentina, Brasil, Paraguay, Panamá, Chile, México, Líbano, Kuwait (Museo de Arte Moderno), Estados Unidos, Bélgica, España, Francia y China.

“Sé que la Embajada de Uruguay y el Gobierno uruguayo, después de la visita del presidente Tabaré Vázquez en 2016, han aumentado el nivel de relaciones con China. Por ejemplo en Montevideo se creó el Instituto Confucio, un centro cultural chino y hay intercambios de becas”. Dijo sentirse confiado de que los intercambios entre ambas naciones se multiplicarán en el futuro. “Haber llegado en este momento es algo que corre a mi favor porque con los buenos artistas que tiene Uruguay que me hayan elegido es todo un honor. Creo que las relaciones entre los dos países se irán intensificando mucho más”.

Durante el recorrido por su exposición en Beijing muchos de sus cuadros llamaron la atención de los asistentes, especialmente el primero. “El cuadro de la máscara del principio de la exposición representa lo externo, la imagen que mostramos al mundo, a partir de ahí esa máscara se cae y entramos en todo ese mundo interior de símbolos y una relación con el mundo subconsciente en el que está de pronto la verdadera naturaleza del ser que ha pintado eso”.

Sus muchos viajes por el mundo han influenciado sus creaciones artísticas. “No diría que hay algo preestablecido cuando empiezo a hacer un cuadro, existe una reflexión continua como ser humano, una serie de preguntas que pueden ser existenciales que están todo el tiempo presentes y van tomando forma a medida que voy trabajando”. Bruno, tiene la capacidad de fluir como un río en sus obras pictóricas, como muchos de los grandes pintores clásicos de la antigua China. “Son imágenes mentales que van surgiendo y el proceso creativo a veces se vuelve muy agotador”.

El Recinto Residencial Diplomático de Liangmaqiao, en Beijing, acoge las obras del reconocido pintor uruguayo Bruno Sfeir. Fotos de Abel Rosales Ginarte

Una relación más larga

El universo pictórico de Bruno Sfeir convence al público de unirse a ese viaje de símbolos en el que convergen presente, pasado y futuro. “Me he guiado a veces en la vida por la intuición porque la vida siempre propone cosas y es importante no resistirse. Creo que en el fondo de mi ser siempre he querido conocer mundos nuevos, conocer gente distinta, ese deseo me mueve y me presenta estos escenarios”.

Un artista que permite apreciar los muchos caminos que se abren ante nuestros ojos, los caminos visibles y los invisibles también. “Ahora me toca digerir todo esto que he visto en Beijing que luego emergerá en mis futuras obras”. Son obras que acarician el alma, iluminan los sentidos y advierten la magia de la libertad individual. “Espero que pase mucho tiempo y que pueda volver, que hayan recibido de buen grado mi obra, que me consideren un amigo y ojalá que sea el comienzo de una relación más larga”.

El público chino, hijos de una tierra de grandes artistas, con una enorme tradición pictórica, indudablemente han sabido y sabrán apreciar los designios y la personalidad de los cuadros de Bruno Sfeir.

GALLERIA MENTANA proposte contemporanee 2016 

individuazioni internazionali 2015 – Galleria Mentana Firenze 

El universo en estado Alfa – Jacob Klintowitz 

El universo en estado Alfa

JACOB KLINTOWITZ

Por un momento nos encontramos incapaces de distinguir entre el material del que está hecha la mujer y el material que compone las esferas que se ven en el paisaje. Mundos sobrepuestos en el mítico escenario, carentes de ciertos signos convencionales.
Aquí y allá, cuando los ojos alcanzan el escenario, los senos y el rostro revelan a una mujer. Pero ¿qué clase de mujer es esta, formada de materia estelar?
La pintura de Bruno Sfeir se caracteriza por su alta precisión. Los signos determinantes iluminan las imágenes con claridad; el cromatismo es un esquema delicado, que une los sujetos en escenas de un ocupado rectángulo, en el que se observa, además de la apariencia, una composición de extraña certeza.
Y este acercamiento científico sobre sus trabajos es exactamente lo que acentúa la originalidad de las imágenes creadas por el artista, su particularidad y la permanente sensación de incógnito.
Una mirada de iconografía muy peculiar que se revela y sorprende a cada paso.
Es posible que esta mujer haya sido hecha —más que de polvo cósmico— de sueños.
Las pinturas de Sfeir alteran los límites de la comprensión convencional y en ellas vivimos en lo onírico, en la poética innovadora de entrelazar la lógica y la invención de nuevas relaciones.
Paisajes, objetos y seres componiendo combinaciones inesperadas. Incluso, para Bruno Sfeir son intrigantes y le muestran algo nuevo de sí mismo.
Paisajes, escenas míticas, escenarios imaginarios, fragmentos inmemoriales de luces abruptas. Tal vez un autorretrato del propio artista cuando aún era joven.
¿Resultados instigadores para el propio artista?
En este caso, siendo él mismo el primer espectador.
Hay una clara distancia entre el artista en el acto creativo y el artista contemplativo.
La observación de la obra requiere agudeza y desprendimiento de la misma, una habilidad para eliminar partes del lenguaje propio del artista.
Quien contempla es semejante pero, a la vez, diferente del pintor. Cuando crea, el artista despierta, se vuelve más integrado y receptivo.
Desde la evidente experiencia biográfica de nuestro tiempo llega la fácil conclusión de que el artista es superior al hombre.
Bruno Sfeir se mueve por descubrimientos. Esto es lo que lo motiva. Su arte trae a la conciencia, promueve la existencia, organiza concretamente y hace visible lo que antes era presentido.
En este caso, la intuición está tan presente que preside el movimiento, orienta al pintor en su permanente esfuerzo para dar a luz lo oculto dentro de sí mismo. Es la razón de la intensa producción pictórica de Sfeir, esta sucesión de imágenes y escenarios peculiares. Y la intuición domina tanto la invención de sus cuadros que es su propio combustible.
La realidad del arte es inferior comparada con la intuición y es un esfuerzo para hacer esos dos actos en el mundo —la apariencia concreta de la forma y la intuición premonitoria de la forma— idénticos al estímulo fundamental de Bruno Sfeir y de todos los verdaderos artistas.
Sfeir lo hace visible pero no inteligible.
Es, sin embargo, una narración del amanecer del espíritu.
No se piense que el proceso de este artista es el de asociación de imágenes. Lejos de esto, se trata de un proceso de elaboración cultivada y de acción introspectiva. No estamos ante una escritura automática o ante una asociación significativa de imágenes, sino más bien ante un método de creación en el que el artista quita los obstáculos de su percepción y hace contacto con la emergencia de las imágenes, mientras conserva el control sobre su actividad.
Son las relaciones tipo diálogo, esa difícil cohabitación entre disponibilidad y conocimiento adquirido: uno de los méritos del artista.
Es claro que la pintura de Bruno Sfeir está inserta en el surrealismo. Pero a la vez que una fuerte manifestación del inconsciente acerca su obra a este movimiento artístico, también escapa de este, pues su camino es personal y diferenciado. En general, sería sólo el encuentro de vértices irracionales. En particular, una iconografía única, la construcción de un grupo de imágenes personales.
Finalmente, luego de la instauración de una profunda psicología como un hecho diario, la normalización de conceptos del inconsciente individual, inconsciente colectivo, arquetipos de la historia comparada de religiones, de la mitología como un camino de la conciencia, prácticamente todas las manifestaciones artísticas utilizan, en la creación, materiales originados en el inconsciente y en civilizaciones pasadas.
Victorioso, el surrealismo se disolvió en el cuerpo de la cultura.
La verdadera familia artística de Bruno Sfeir es la de los artistas viajantes oficiales.
Son respetables aquellos que antes de la innovación de la fotografía instantánea acompañaron las expediciones científicas y registraron la fauna, la flora y la vida social.
Este arte desarrollado en registros ha dejado una formidable colección a la humanidad.
Thomas Ender, Johan-Moritz Rugendas, Albert Eckhout, Henry Chamberlain, entre tantos, son algunos ejemplos destacados.
Pero siempre he considerado más emocional la grabación autónoma de Oceanía hecha por Paul Gauguin. Y sobre todo, el registro de Leonardo da Vinci de las investigaciones que su propia curiosidad solía establecer.
Es de este origen que la nueva familia de artistas viajantes surge —aquellos que determinan su propia área de investigación.
Y ¿cuál sería el nuevo interés esencial del arte de nuestros días si no es el de la percepción viva, atenta y registrada de imágenes perdurables, y la ampliación de los límites que circundan el concepto de lo real?
El viaje es dentro de uno mismo. El arte es el diario del más formidable itinerario —el descubrimiento de uno mismo.
Atar lo más alto —el cielo— con lo más bajo —la tierra—. Dios y el hombre.
El artista es su propia área de investigación.
Pintar es, en este caso particular, limitar el universo dentro de un espacio determinado. El mundo es un rectángulo.
Hay un lugar más allá de nuestra comprensión, que es nuestro verdadero conocimiento, del cual es posible contemplar el universo como una unidad.
Esta es —de alguna manera— la verdadera función del arte.
Junto con y más allá de toda crónica posible de la vida diaria.
El universo en un estado Alfa.
Bruno Sfeir siente que tiene una melodía, de la que a veces se pueden ver algunos acordes. Esta es su música y la que siempre buscará.
Este repertorio tan personal se puede encontrar en nosotros, al menos en parte. Es lo que permite el reconocimiento. En caso de que esa música fuera enteramente desconocida, sería desconocida para siempre.

LERC and NDU attend The National Feast Day of Uruguay 

LERC and NDU attend The National Feast Day of Uruguay

Thursday, 19th June, 2008. LERC, NDU.

At the invitation of H.E. Jorge Luis Jure Arnoletti, Ambassador of Uruguay, Ms Guita Hourani, Director of the Lebanese Emigration and Research Center, attended the National Feast Day of Uruguay that took place at the Hall of the Municipal Palace in Jounieh on June 19th 2008.

The event was an opportunity for LERC to meet the Lebanese-Uruguayan community and while Ms. Hourani represented the NDU President and the Vice President of Research and Development, LERC was also represented by Mr. Roberto Khatlab, LERC’s Liaison Officer for Latin America.

The event was held in collaboration with the President of the Town Hall of Jounieh, Mr. Juan Hobeich, and was attended by many prominent personalities including the Minister of Foreign Affairs Mr. Faouzi Salloukh representing the President of Lebanon Michel Sleiman; Deputy Mr. Naamtallah Abi Nasser representing the President of the National Assembly Mr. Nabih Berri, and Mr. Nassif Kallouch, Governor of Beirut and the North representing the Lebanese Prime Minister Fouad Siniora.

lebanon 2008
Uruguay’s celebrates its National Day Feast (L-R) Roberto Khatlab, LERC’s Latin America Liaison Officer, H.E the Ambassador of Uruguay, Jorge Luis Jure Arnoletti, and Guita Hourani, Director of LERC

The event itself was to mark the 244th birthday of Jose Artigas, a national hero in Uruguay, who had stood up for sovereignty  and unity of the South American people while at the same time balancing the desire for independence with the need to maintain friendly ties throughout the region.

Several of its close South American neighbors including Mexico, Paraguay, Columbia, and Cuba were represented by their Ambassadors.

Also present at the occasion were MGR Roland Abou Jaoude representing His Beatitude
Nasrallah Boutros Sfeir, Attorney Antoine Richa and Attorney Walid Fares representing
President Amine Gemayel; Mr. Michel Chadarevian representing the former prime minister and Deputy Michel Aoun, Dr. Daoud El Sayegh representing Deputy Saad Hariri, the President of the Municipal Council of Ghazir, Mr. Ibrahim Haddad, the Colonel Fabio Matiasse representing Mr. Claudio Grazziano and Deputy Hassan Yaacoub Member of the Parliamentary Group of Friends of Uruguay.

In his welcome address, H.E. the Ambassador of Uruguay, Jure Arnoletti emphasized the special and historic relationship existing between Lebanon and Uruguay. This began with consular relations in the 1920’s and full diplomatic relations in 1945 after Lebanon’s independence.

He explained that since the early nineteenth century Lebanese immigrants coming into Uruguay had began the process of their integration into all levels of Uruguay’s social and cultural life.

In this light the Ambassador introduced the exhibition of the Uruguayan painter Mr. Bruno Sfeir, born in 1970 of mixed Lebanese and Italian descent, his grandfather having emigrated from Reyfoun to Uruguay in the early 20th Century. His paintings exhibited at the event reflected a true vision of Uruguayan society, according to H.E Jure Arnoletti.

Since 1987 Mr. Sfeir’s work has been recognized and awarded several prizes and the painter has held many exhibitions of his work bringing his images of Uruguayan life to people throughout the world. According to his biography, Sfeir’s paintings can be found in public institution and private collections in Uruguay, Argentina, Brazil, Panama, Chile, Mexico, Lebanon, Kuwait ( Museum of Modern Art), USA, Belgium, Spain, France and China.

Mr. Sfeir’s work is best described in the words of Jacob Klintowitz, who defined them as “characterized by high precision. The determined design highlights the figures with clarity; the chromatics a delicate scheme which unites the subjects and the scenes with an entirely active rectangle, in which one can observe, besides the appearance, a composition of rare certainty. That scientific approach to his work is exactly what accentuates the originality of the images created by the artist, his particularity and the everlasting sensation of incognito. A glimpse of a peculiar iconography that reveals itself and surprises every time.”

The Ambassador then concluded by thanking the staff at the Embassy for their support during his first year in the country, the Honorary Consul of Uruguay Mr. Chaghoury and the Honorary Attache Miss Chelela, while extending his gratitude to Lebanese friends for attending, and greeting the Lebanese in general for their infectious enthusiasm and love of life.

Bruno Sfeir: Paisajes y pinturas que estuvieron escondidos en el alma 
Bruno Sfeir: Paisajes y pinturas que estuvieron escondidos en el alma

Sandra Acosta

El próximo viernes a las 20 horas en el Museo de San José se inaugurará una exposición de trabajos artísticos de Bruno Sfeir, joven artista maragato de indiscutible proyección internacional cuya última exposición se realizó nada menos que en el Salón de los Pasos Perdidos de la sede de UNESCO en París.
Alumno de Oroño, Lara y Fernández, egresado de la Escuela de Bellas Artes, del Instituto Superior de Pintura Van Der Kelen (Bruselas- Bélgica), y del Club de Grabado de Montevideo.
Sólida formación técnica respalda al artista, con un bagaje iconográfico particularmente rico en símbolos y significados, en una delicada danza de luz y color, la obra de Sfeir es de alta precisión técnica y profunda fundamentación filosófica. Sfeir ha ganado una sólida y respetada trayectoria en el campo de las artes plásticas, ha expuesto sus obras en Uruguay, Brasil, Argentina, Estados Unidos y Kuwait, ha obtenido galardones en diversos concursos y sus obras se encuentran en colecciones de varios países latinoamericanos, así como en el Museo de Arte Moderno de Kuwait, en Estados Unidos, Bélgica, España y Francia.

PH: Empezaste a pintar siendo muy joven. ¿Cuándo descubriste que deseabas expresarte y vivir a través del arte?

Expresarme a través del arte fue un proceso natural y espontáneo que comenzó a mis nueve anos y no tuvo interrupciones hasta el día de hoy.

PH: En tu obra se aprecia una influencia constructivista, pero es al mismo tiempo surrealista y siempre cargada de símbolos. ¿Cómo definirías tu estilo (si eso es posible)? ¿Qué vertientes lo han determinado? ¿Maestros, viajes, vivencias, intuición?

Creo que mi trabajo esta determinado por todo lo que mencionas en tu pregunta. La formación que recibí en algunos talleres fue valiosa, y los viajes y experiencias de vida han nutrido la obra. No me cuestiono demasiado cual es mi estilo. Me interesa vivir la experiencia, esto es, el acto de pintar. En cada pintura que comienzo siento que emprendo un viaje. Me mantengo receptivo, expectante, sin ansiedad y el ser va tomando nota de lo que percibe en el recorrido. De este modo, la obra va tomando forma. Es un proceso que aunque lento, lo vivo con gran intensidad. Al final, cuando contemplo el trabajo realizado, tengo la sensación de que las pinturas estaban hechas en mi interior y solo requerían de atención y esfuerzo para salir a la superficie. No encuentro nombre para definir esa experiencia.

PH: Trabajas en distintas técnicas (óleo, grafito, tinta…). ¿Cuál es la que consideras más «propia»?

No tengo predilección por una técnica en particular…

PH: ¿En qué consiste la muestra que inauguras el viernes en el Museo de San José?

La muestra consta de diecinueve obras; diez oleos s/ tela y nueve dibujos (óleo pasteles ). Son trabajos que evocan experiencias y viajes tratados desde mi imaginación. Las medidas van desde 100 X 80 cm hasta 140 X 120 cm.

Los fuegos de artificio en el arte

PH: Muchos consideramos que hay- en general- en el arte nacional actual, poca sustancia y mucho efectismo. ¿Cuál es tu opinión sobre la situación del arte uruguayo?

Aunque debe haber aportes valiosos, en general coincido con tu apreciación. Tal vez este hecho tenga un trasfondo profundo (no solo en el Uruguay) que el arte esta reflejando de muchas maneras. Creo que este vacío de contenidos y efectismos esta vinculado -entre otras razones- a una ansiedad por lo novedoso, y esta ansiedad a su vez esta relacionada a un ritmo de vida que demanda celeridad y ser efectivo. Pero el proceso de crecimiento y desarrollo de una obra consistente tiene su propio ritmo y uno debe decidir si se deja avasallar por el mundo de la prisa o no. También hay que tener en cuenta que hay intereses creados y esto lleva a promover algunas formas de arte y dejar caer otras. Pasado un buen tiempo- como siempre ha sucedido- habrá que discriminar y los trabajos que eran solo efectos, como fuego de artificio desaparecerán.
(Foto: El viernes se habilitó una exposición de Sfeir en el Museo)

 

 

An unfamiliar world of art unveiled 

The Daily Star 1. Beirut 2012

Kuwait 2002 

Kuwait 2002

The Daily Star 
 
 

Bruno Sfeir’s surrealism: beyond the fronteras of nation states Juººly 30, 2008 12:00 AM By Laura Wilkinson Bruno Sfeir’s surrealism: beyond the fronteras of nation states July 30, 2008 12:00 AM By Laura Wilkinson

Review

JOUNIEH: «My contact with Lebanon,» Bruno Sfeir admits, «is a very new one.» The Uruguayan painter, whose works have been on display at Jounieh’s municipal palace for the last month or so, explains his Lebanese-Italian origins have sometimes pressured him to feel «Lebanese.»

«In Uruguay,» he says, «I once met a Lebanese man, 100 percent Lebanese, who on discovering my origins, told me I was Lebanese. ‘But I am Uruguayan,’ I said, ‘born and raised here.’

«‘No!’ he retorted firmly, ‘You are a nacido,’ a Lebanese born in Uruguay.» Relating this anecdote with a smile, Sfeir points out that he doesn’t speak Arabic and, if he had to put himself into a box, would describe himself as a Latin American plastic artist.

There are many symbols in Sfeir’s work – spindly keys, winding stairwells, distorted thresholds, and sweeping landscapes – that could easily be read as evocations of a search for a home or homeland, perhaps a sense of belonging.

The poem that Sfeir devised to accompany the exhibition – his 17th since 1987 – suggests the symbols in his works, indeed the structure of the works themselves, relay something much more abstract than identity or belonging.

«Are you looking for knowledge or for safety?» the poem reads. «… Leave your personal history and judgments aside.»

Sfeir states that, in fact, he is not interested in nationality. «I’m not interested in these categories, ‘American,’ ‘Lebanese,’ ‘Uruguayan,'» he says. «I want to break these fronteras, these boundaries, and paint as a human being.»

He suggests his works are more concerned with existential matters, a «journey» that may be influenced by external objects but one that is ultimately internal.

Sfeir painted the works in his current exhibition in 2006 and 2007, mostly in Brasilia but some in Lebanon too. He says his work has had different stages and that this collection is very different from his past works – which came after a deep experience, after living in Kuwait.

«Living in the desert is intense,» he says. «We have beautiful things [in Lebanon] – growth, nature, trees, birds, things that give good sensations. But living in Kuwait made me retreat into myself, go within myself, and so I found things within me.»

There is a strong suggestion of both the immaterial and material in this work – as in «The Observers,» with its repeated motifs of moons, eggs, trees awaiting spring. There are also themes of movement – as in the boats, stairs and ambiguous portals of «Subtle Door.»

Sfeir’s works are reminiscent of the school of art initiated by Uruguayan artist Joaquin Torres Garcia (1874-1949), whose symbolism employs such small objects – bowls, eggs and the like – as well as ladders, as organic wooden tones.

It comes as little surprise that Sfeir studied Torres Garcia as part of his masters degree in fine arts. Along with the Cubist and Constructivist elements apparent in his works, there also seems to be an exploration of stasis and movement.

Torres Garcia was concerned with re-examining Latin American art, with an emphasis on the pre-Colombian tradition, «an authentic culture» as Sfeir puts it. «Torres Garcia influenced me to look at other cultures, but it’s not so much about ‘pre-Colombian’ but about authenticity, and tradition.

«His disciples, such as [Uruguayan artist] Gonzalo Fonseca [1922-1997] often studied in Arab countries, looking for ‘authentic’ culture, for purer traditions. In the Occident, things are mixed up.»

The artist says that his main influence has been the Surrealist movement.

The oil pastel-on-canvas paintings on offer at Jounieh’s municipal palace do have some fleeting references to the Middle East – a veiled woman for example. But the inclusion of this was, as Sfeir says, not a conscious decision but more a suggestion of mystery to tie in with the burden of searching within the unknown.

Not all Sfeir’s works are abstract. Some simple and delicate sanguine-on-paper drawings touch upon the «authentic» and the uncomplicated. A group of tarboush-wearing boys huddle under a tree, brought together by curiosity about an object – held just beyond the spectator’s view. Their puzzlement, and the pecking order of who gets to have a look, are captured beautifully as they circle around the boy holding the coveted something.

«You can be connected to an external object,» says Sfeir, «but you need to draw something out from within you. The connection is with your inner self.» He describes the process of painting as, for him, spontaneous. He makes no sketches and works directly on the canvas, which gives him the feeling of being «in two places at once.»

Sfeir’s skill with oil pastel is perhaps what makes this exhibition so impressive. Composing such geometrically complex works with minute feathered strokes – with gradual warm blushes of color contrasting with his more somber, shadowed pieces – establish a rigid composition built up with soft tones.

Among the more abstract suggestions of «burdens» and existential crises, Sfeir’s exhibition includes some spectacular landscapes, with interesting and obscure additions – cubic angles and invisible doorways. All invite new perspectives.

Bruno Sfeir’s exhibition at the Jounieh Municipal Palace closes on July 31. Call +961 9 913 000 for more information. For those who missed this show, his work can be seen at http://www.brunosfeir.com  

Read more: http://www.dailystar.com.lb/Culture/Arts/Jul/30/Bruno-Sfeirs-surrealism-beyond-the-fronteras-of-nation-states.ashx#ixzz1QXddqwzJ
(The Daily Star :: Lebanon News :: http://www.dailystar.com.lb)

Bruno Sfeir en la UNESCO de Paris; un artista excepcional. 

En el marco del año de aproximación de las culturas proclamado por la UNESCO para 2010, la Delegación del Libano y la Delegación del Uruguay ante la UNESCO han organizado una exposición excepcional, tema: “Subjetividad y Certeza”, del artista internacional líbano-uruguayo, Bruno Sfeir.
En presencia de numerosas personalidades oficiales, el presidente de la Conferencia general de la UNESCO, Sr. Davidson Hepburn, el embajador del Líbano ante la UNESCO, Sra. Sylvie Fadlallah, el encargado de negocios de la Delegación del Uruguay Sr. Santiago Wins, Bruno Sfeir expuso doce telas sin atribuirles títulos para que el espectador realice su propio viaje artístico con toda libertad.
Bruno Sfeir posee una enorme capacidad para conciliar la razón, la emoción y la intuición. Aún siendo muy riguroso, conserva y persigue la fuente y la finalidad de su búsqueda interior. En su forma exterior su pintura es abstracta y casi geométrica, pero introduce al espectador dentro de su universo interior.
Su obra es una verdadera invitación al viaje, una marcha a través de un prisma, un laberinto de símbolos y de claves que se mancomunan en perfecta armonía. El artista nos guía por un camino en el que no podremos perdernos, y al mismo tiempo nos hace entrar en la profundidad de sus perspectivas de varios niveles. Pone a nuestra disposición las aperturas y las salidas que propone a través de los símbolos del amor, de la muerte, de la resurrección, del arraigo y de la espiritualidad y del devenir.
Sus metamorfosis y sus metaforas no nos angustian ni son arbitrarias, pues al poner en escena la complejidad de la vida no constituyen una ruptura o un estallido, sino una serena disposicion. Es casi natural pasar de un espacio a otro sin extraviarse. Hay en su pintura un aspecto ludico que vivifica y una aspecto construido que tranquiliza. Al mismo tiempo que rinde cuentas de la interseccion geometrica de la racionalidad ( espacio/tiempo), su pintura esta habitada por relevos que iluminan y guían.Finalmente, el ajuste de las formas y de los colores opera por si mismo, pues su universo tiene valores esenciales de elevacion, de libertad, de trascendencia.
La pintura de Bruno Sfeir recuerda en algunos aspectos a la del gran maestro Rene Magritte, pero obedece totalmente a otra finalidad. Encontramos a menudo en las dos pinturas los mismos símbolos; el pájaro, la llave, la copa…Pero mientras esos objetos figuran en la pintura de Magritte ( según sus propias palabras) de modo caprichoso y arriesgado, en la pintura de Sfeir adquieren (a propósito) otra gravedad: su pintura es surrealista y espiritual al mismo tiempo, de ahí su singularidad y su originalidad. Bruno Sfeir une la modernidad con el imperativo del sentido; es un ejemplo contundente de diálogo entre culturas con una técnica abstracta occidental y una búsqueda interior barroca latinoamericana o mística oriental. Segun sus propias palabras su pintura es una pintura del “ investigador”, del “ Amigo”, del “ pregrino”, de la “Presencia”, de la “ sabiduria”, de la “paz”, de la “ luz”. La pintura de Sfeir está muy bien lograda y transmite mundos interiores que aparecen como una multitud de pistas, de alternativas, de elecciones. La pintura de Sfeir no es apremiante ni dogmática, pues al mismo tiempo que es disciplinada sugiere varios niveles de lectura que el visitante debe explorar por sí mismo. Su gran originalidad consiste en esta unión del descubrimiento con la familiaridad.
Bruno Sfeir está orgulloso de sus raices libanesas, como de su pertenencia uruguaya y de su apertura internacional. Su obra ilustra de modo brillante, el acercamiento de las culturas. Su exposición en la UNESCO de Paris ha sido un verdadero triunfo que merece ser compartido por todos los que asocian la patria de los cedros con la creatividad, la innovación, el rigor intelectual y conceptual y la espiritualidad.

Bahjat Rizk.

Bruno a unesco

Kuwait 

Kuwait 1

Kuwait 2

Catálogo de la exposición en The Venue- Líbano 2012. 

59-1?Q?ci=F3n_en_The_Venue-_L=EDbano_2012. copia